Viernes 20 de Mayo - 17:30 Uhr. - frente a la embajada chilena en Berlín
Estos días, he sentido revivir mis horas, días y anos de lucha en el pueblo de Tambogrande (Piura, Perú) u otros tantos momentos en los que he constatado qué poco vale la vida de las personas vinculadas a la tierra y la naturaleza. Es un hecho que el rechazo a Hidroaysén cada vez convoca a más personas. La campaña "Patagonia sin Represas" cuyo día central será el sábado 21 de mayo en Chile ha generado un movimiento en cadena y la suma de adhesiones de los ciudadanos chilenos en todo el mundo. Al mismo tiempo, pensar que son las comunidades indígenas quienes más sufren por su defensa del medio ambiente, nos exige no desvincular la campaña en mención a las represalias que han sufrido las comunidades mapuches por distintos gobiernos chilenos. Hoy no se puede hablar de excepciones y a la criminalización de la protesta social en Chile, se suma la acusación injusta de terrorismo a varios mapuches que sufren prisión solo por defender sus derechos.
En caso requieran de más información, pueden seguir estos links:
http://www.observatorio.cl/node/2395
En Berlín, la movilización ha estado latente en varios medios, incluida las redes de Facebook. Mi cercanía al tema y actual involucramiento empezó por un diálogo de 3 amigas chilenas que compartían su indignación por lo que acontecía en su país. Este primer diálogo provocó ponernos en movimiento y llegar a otras organizaciones que podían compartir la misma agenda: una demostración pacífica y de impacto mundial para decir No a las Represas en la Patagonia.
Como dije en algún momento, no soy chilena pero hoy me siento como tal y quiero compartir con mi familia el sentido real de la solidaridad aunque estemos lejos, trascendiendo los límites de las fronteras entre nuestros países. Ahora como madre y migrante, valoro aun más la suerte de tener una naturaleza limpia y un porvenir menos dañino para mi hija. Mi país, el Perú, así como otros en el mundo siguen sufriendo la invasión de las conciencias por dineros que no son rentables en el futuro. Si el crecimiento económico se viera en el largo plazo después de una intervención anti naturaleza, podríamos evaluar mejor el costo social el pasivo ambiental al que nos enfrentamos. Después que el agua se termina o un río se contamina, no hay fondo económico que revierta tal proceso. Al final, resulta muy caro y son los más pobres los que sufren las consecuencias.
Espero que estos días podamos reflexionar sobre lo que también podemos hacer a pesar de nuestros límites. Nada mejor que la organización y el movimiento; la palabra y la acción para lograrlo.
Estos días, he sentido revivir mis horas, días y anos de lucha en el pueblo de Tambogrande (Piura, Perú) u otros tantos momentos en los que he constatado qué poco vale la vida de las personas vinculadas a la tierra y la naturaleza. Es un hecho que el rechazo a Hidroaysén cada vez convoca a más personas. La campaña "Patagonia sin Represas" cuyo día central será el sábado 21 de mayo en Chile ha generado un movimiento en cadena y la suma de adhesiones de los ciudadanos chilenos en todo el mundo. Al mismo tiempo, pensar que son las comunidades indígenas quienes más sufren por su defensa del medio ambiente, nos exige no desvincular la campaña en mención a las represalias que han sufrido las comunidades mapuches por distintos gobiernos chilenos. Hoy no se puede hablar de excepciones y a la criminalización de la protesta social en Chile, se suma la acusación injusta de terrorismo a varios mapuches que sufren prisión solo por defender sus derechos.
En caso requieran de más información, pueden seguir estos links:
http://www.observatorio.cl/node/2395
http://www.elmostrador.cl/opinion/2011/05/17/hydroaysen-y-los-limites-de-la-institucionalidad-vigente/ y también firmar una petición vía on-line:
http://www.petitiononline.com/Mapu/petition.html
Viernes, 20 de Mayohttp://www.petitiononline.com/Mapu/petition.html
En Berlín, la movilización ha estado latente en varios medios, incluida las redes de Facebook. Mi cercanía al tema y actual involucramiento empezó por un diálogo de 3 amigas chilenas que compartían su indignación por lo que acontecía en su país. Este primer diálogo provocó ponernos en movimiento y llegar a otras organizaciones que podían compartir la misma agenda: una demostración pacífica y de impacto mundial para decir No a las Represas en la Patagonia.
Como dije en algún momento, no soy chilena pero hoy me siento como tal y quiero compartir con mi familia el sentido real de la solidaridad aunque estemos lejos, trascendiendo los límites de las fronteras entre nuestros países. Ahora como madre y migrante, valoro aun más la suerte de tener una naturaleza limpia y un porvenir menos dañino para mi hija. Mi país, el Perú, así como otros en el mundo siguen sufriendo la invasión de las conciencias por dineros que no son rentables en el futuro. Si el crecimiento económico se viera en el largo plazo después de una intervención anti naturaleza, podríamos evaluar mejor el costo social el pasivo ambiental al que nos enfrentamos. Después que el agua se termina o un río se contamina, no hay fondo económico que revierta tal proceso. Al final, resulta muy caro y son los más pobres los que sufren las consecuencias.
Espero que estos días podamos reflexionar sobre lo que también podemos hacer a pesar de nuestros límites. Nada mejor que la organización y el movimiento; la palabra y la acción para lograrlo.La cita es el viernes 20 de mayo, a las 17:30 Uhr. frente a la embajada de Chile para luego desplazarse a la Puerta de Brandenburgo.
La solidaridad es con Chile pero la lucha y su impacto es para todos.
