Hola mi amor,
otra vez nos encontramos frente a frente como el primer día. Tu madre está casi siempre en mil cosas y cada una encuentra fortaleza en ti. En unas horas, un día como hoy viniste a nuestras vidas y gracias a Dios, te quedaste con nosotros.
Desde entonces veo con sorpresa cómo vas aprendiendo a prescindir de mamá y cómo alargas tus bracitos hacia una comunidad más grande, sin reproches sino preguntando siempre:
"y ahora, adónde vamos?". Sabes que cada día te conviertes en mi coleguita de aventuras en varias esquinas de Berlín. Ahora mi comunidad ha crecido casi a la par de tus pasos y no me imagino uno de esos viajes sin ti.
Hoy quiero agradecerte por quitarme la pereza del día y saber que solo contigo y por ti, puedo crecer yo también y saber que puedo avanzar sin baches en el corazón. Sé que tú compartes conmigo cada sonrisa y el éxito de estos últimos años. Éxito personal y social, en mi modesta lectura de la vida, aunque para muchos sean solo saltos de soñadora... En conjunto, esos años han caminado contigo y hoy me invitan a hacer un alto para poder verte y darte mil besos.
Hoy con la familia pequeñaGracias otra vez por reclamarme cuando se me pasa el tiempo y las horas. Sin ti no podría darme cuenta. Y gracias porque escuchas en silencio me felicidad porque sé que estás a mi lado.
Te regalo hoy, además del vestido de ballet que tanto te ha gustado, un apretón fuerte y una nueva historia que espero puedas contar tú algún día a quien desees.
Feliz Día Princesa!