lunes, 22 de diciembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Solo 4 hongos?
El sábado, muy espontáneamente, mi marido y RL decidieron ir al bosque. Esta es una actividad muy querida por mis amores y yo me sumé. He descubierto la pasión por esta experiencia, básicamente con ellos dos. Me encanta la sorpresa de alcanzar el objetivo y que les dure hasta la cena, cuando comemos lo cosechado con tanto carino y trabajo.Nuestras salidas al bosque han sido siempre prolíficas. Nos preparamos con un libro guía, hablamos con expertos en el tema para llegar a las mejores rutas - a las que nadie o muy pocos tienen acceso - y que siempre nos recuerdan que no debemos propagar la información; lo hacemos pocas veces con amigos/as y lo tomamos con mucha alegría. Aun recuerdo casi una semana comiendo todo lo que habíamos encontrado, en distintas formas.
Pues bien... Salimos muy temprano por las rutas secretas del ano pasado. Llegamos al primer bosque y RL encontró un hongo... después de más de una hora de búsqueda. Sí que es persistente. Chris sugirió una segunda excursión y llegamos a otros verde y rojo lugar, a 15 minutos del primero. El tiempo invertido fue menor pero yo estaba cansada y desanimada. Encontramos un par de hongos más, algo sospechosos, pero habíamos olvidado nuestro libro, y habia que esperar... Dije que no quería buscar más, y que yo solo salía por ellos.
Mi hija escuchó pero no dijo nada. Al cabo de unos minutos, cuando llegamos a la ruta roja con un camino espléndido a los ojos, mencionó risuenamente: "Aunque no hayamos encontrado hongos, este bosque me parece muy lindo. Tendríamos que venir otro día y hacer un picnic por aquí. Vale la pena visitarlo, volver". En ese solo minuto se jugaba todo. Solo atiné a decir que ella tenía mucha razón. Me había centrado tanto en el objetivo del día, que estaba perdiendo de vista el bello paisaje y la posibilidad de encantarme con lo que inclusive, no nos daba nada. El papi, más silencioso que nosotras dos que hablábamos todo el tiempo en espanol, notó que había algo interesante, y mi hija tradujo todo... "das ist ein schönes Wald, papa" y más.
Estos ninos/as siempre nos sorprenden, si queremos. Cuando puedo, me dejo impresionar y casi siempre vale la pena. Como ahora. Llegamos a casa con 4 hongos y mucho por recordar y compartir. Gracias Rosa Linda:)
jueves, 9 de enero de 2014
Las Despedidas
Me ha tocado despedir el año pasado como pocos olvidarían.Apenas comenzar, nos dejaron dos personas importantes de mi familia en Perú: mi abuela y mi hermano menor.
Cada quien ha sentido profundamente estas partidas pero no dejan de ser absurdas, cuando se trata de gente joven y vital, como lo era mi hermano Alfonso. Luego de un proceso en coma a fines del 2013, fue declarado muerto el 3 de enero, ante la sorpresa de todos los que lo acompañaban... y eran muchos. Esta noticia, me llegó sin pausa y en ausencia. Participar de estos momentos a la distancia puede ser tanto o más duro que compartiendo directamente el lugar de los hechos consumados. No dejaba de pensar en Carmencita, mi madre, quien pasó el cierre y cominezo de año, de un seplio a otro. Hay cosas que no podremos entender nunca y que muchas veces, por la dureza misma, juzgamos como castigo o mala suerte. Lo he escuchado en algún momento y por eso me siento ahora a reflexionar sobre ello.
La vida tiene sus ciclos pero para los creyentes como yo, éstos no terminan con la muerte. Existe la esperanza de que hay algo más allá y de que nos volveremos a encontrar. Y entonces, viene a mi memoria Gustavo Gutiérrez, mis asesores de otro tiempo, mi comunidad y las amistades y los tiempos de hoy. Y viene también la voz de César Vallejo.
LA CENA MISERABLE
Hasta cuándo estaremos esperando lo que
no se nos debe... Y en qué recodo estiraremos
nuestra pobre rodilla para siempre! Hasta cuándo
la cruz que nos alienta no detendrá sus remos.
Hasta cuándo la Duda nos brindará blasones
por haber padecido!...
Ya nos hemos sentado
mucho a la mesa, con la amargura de un niño
que a media noche, llora de hambre, desvelado...
Y cuándo nos veremos con los demás, al borde
de una mañana eterna, desayunados todos!
Hasta cuándo este valle de lágrimas, a donde
yo nunca dije que me trajeran.
De codos
todo bañado en llanto, repito cabizbajo
y vencido: hasta cuándo la cena durará.
Hay alguien que ha bebido mucho, y se burla,
y acerca y aleja de nosotros, como negra cuchara
de amarga esencia humana, la tumba...
Y menos sabe
ese oscuro hasta cuándo la cena durará!
César Vallejo, 1918
Sigo pensando en la posibilidad de esa mañana eterna, donde todos compartiremos la mesa y nos volveremos a escuchar, y comer juntos.
Qué me dice la muerte ahora?
Ayer le di un espacio y tiempo a la celebración por el hermano que ya no está.Y gracias a mi amiga Hildegard, pude encontrar el momento y las ganas para hacerlo. Estuvieron conmigo también, mi compañero de siempre, Queta y Jenny, las amigas más cercanas que tengo en esta ciudad. Era un momento para la memoria y pasamos a compartir los recuerdos de alguien desconocido para mis visitas. Al final, luego de las anécdotas imposibles de mi hermano y otros compartires, Alfonso ya no era un desconocido sino parte del grupo. Con ese sentimiento, lanzamos nuestras peticiones y agradecimientos. Hemos pensado en el regalo que nos dejas con Alondra - mi sobrina - y la espera en conocerla y verla volar muy alto...
Confío en la mañana eterna y agradezco este momento. Mi familia ha estado muy presente, y creo que no solo yo podía sentirlo. Sentí a todos. A quienes puedo llamar por teléfono o visitar y a los que ya no están más... y los he visto caminando en Ancón. como decía mi hermana Teresa el día de la temeraria noticia.
En fin, éste ha sido un compartir algo difuso pero es lo que ha salido y necesitaba decirlo.
Hasta luego Fonshito, hasta luego a todos.
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