Caminando con la princesa de mis dias

Caminando con la princesa de mis dias

Foto: © Familia Radtke-Orbegoso, 2024.


Uno avanza como puede, pero avanza. Este es un espacio para compartir esos pasitos de ni
ña y mamá que estamos emprendiendo con otros seres humanos, Con la conciencia de llevar la migración y la fuerza de ser Mujer como potencial y promesa. Bienvenidxs a caminar con nosotras!

domingo, 9 de mayo de 2010

Un día especial o un espacio en el tiempo para reflexionar

En el Perú, el día de la madre ha seguido el camino de muchas fiestas separadas en el calendario. Se presenta como una fecha especial a aquella persona que te dio o da vida, pero al final, suele convertirse en un pretexto para vender imágenes estereotipadas de lo que supone ser una madre y claro, vender también muchas cosas que no siempre son útiles en la casa.

En Alemania, el sentido de esta fecha se vive en forma más moderada. Casi sin ninguna relevancia aunque sería ingenuo decir que el consumismo esté ausente. El hecho de no ver mucha televisión quizá alienta esta idea de moderación.

En cualquier caso, cualquiera de los extremos para posicionar el ideal de ser madre, me parece desenfocado. No me gusta el cliché de la madre abnegada que es celebrada en un día del calendario, justamente por eso, porque su abnegación muchas veces linda con el hecho de soportar ausencias permanentes de la imagen paterna en el hogar. Tampoco me gusta pasar por alto un papel super importante - económico, social y político - que implica ser madre en una sociedad.

En mi país, es un hecho que la jefatura del hogar es sobre todo femenina y no depende de que el padre se haya ido del hogar. La ausencia puede ser también un hecho, viviendo físicamente en casa y en algunos lugares del país, hasta se asume como un aspecto aceptable toda vez que la madre está allí para "sacar adelante" a la familia. La misma situación al revés, mostrando al padre abandonado, pondría a la madre en un lugar peor que inhumana, aun sin saber las razones de tal abandono. Escribo esto recordando a muchas mujeres que admiro y quiero que debieron dejar la casa por motivos que aun ahora me cuesta condenar. Las ausencias y presencias de los padres en el hogar son todo un tema también en Alemania pero hoy prefiero no entrar en detalles. Baste decir que en rasgos generales, muchas mujeres aquí también aceptan y/o padecen el machismo de sus parejas.

Este domingo especial también me hace pensar en las imágenes de madre que solemos patentar en la vida cotidiana: la mami en casa, rodeada de los ninos, siempre con una sonrisa y atenta al cuidado del hogar. Nada sobre la madre que dentro o fuera de casa trabaja en espacios no domésticos y que debe lidiar con las tensiones del día a día de ella misma y de los demás con quienes vive. De hecho, ser madre nos ha llevado muchas veces a tener migranas, dolores de espalda, malas noches y días en donde la paciencia ya no puede más. Para esos rostros/momentos de madre "no abnegada" también tengo un recuerdo esta noche, un pedacito que también se identifica conmigo.

Mi hija está ahora en los "terribles 2 anos" y aunque sé que parte de su proceso evolutivo implicará hacerse un lugar en el mundo e ir separándose de la parentalidad, sigue costándome asumir que ese proceso implicará que me desafíe a mí y a su padre de diversas formas. Es muy difícil asumir el No o el Nein de los hijos cuando ese cuerpecito de dos anos solo puede expresar su voluntad y no argumentos. Mi hija tiene una voluntad muy fuerte y no hay cómo convencerla. Debo admitir que aun me cuesta más tener que combinar la libertad con el establecimiento de ciertas reglas que no siempre tenemos el tino de dar en el momento oportuno. Y cuando vengan los argumentos, imagino que la tarea no será menor si tomo en cuenta que mi hija está cargada de dos fuentes casi opuestas para defender una acción: la oralidad y sensibilidad de su madre y la racionalidad de la sociedad en la que vive... a veces, viceversa.

Pienso ahora en mi SER madre y no solo en ESTAR. Veo con dificultad tener que celebrar un día especial en el ano cuando esta parte de nuestra identidad como mujeres no llega a expresarse en su total plenitud. Es bonito celebrar un día pero un día es insuficiente e insignificante cuando se evitan otros temas que debemos enfrentar con un espíritu más crítico. Algunos son: la ausencia del padre en el hogar - independientemente si éste está o no en casa -; las distintas facetas de ser mamá dependiendo de las edades de los ninos y las edades de la madre; la complejidad de ser supuestamente una "buena madre" cuando se debe asumir múltiples tareas al mismo tiempo cuando esto no necesariamente debe ser así; la libertad de sabernos seres humanos con límites, necesidades y el derecho de cuidar nuestra individualidad o nuestro tiempo personal; etc.

...

Me veo ahora como en una película, disfrutando el cierre de este día especial, oyendo despertarse a mi hija y sabiendo que vendrá ahora con su dedito dictador a pedirme que regrese a la cama. Me anticipo a que no podré terminar correctamente este artículo, no porque no pueda, sino porque tengo el poder de decidir que ahora me voy a la cama aunque manana no lo haga igual. Quizá luego de hacerla dormir, la "traicione" y vuelva a escribir. Lo hago a a veces... Pienso, entonces, que esto es lo que me hace ser madre: tener la capacidad y la conciencia de tomar decisiones basadas en una relación con alguien más que adoro y a veces me hace contar hasta 10 para no explotar.... estas son las decisiones que me toca hacer cada día como a muchas de ustedes.

.. y es en esa relación con mi hija donde descansan mil otras decisiones por llevar adelante en mi vida.

Feliz día de la Madre y buena noches...

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