martes, 9 de febrero de 2010
Música para bebés
Hola, solo estaba recordando cómo inicié a Rosa Linda en la música. Durante mi embarazo, el ritmo y el baile no me faltaron y cuando nació mi hija, la oportunidad de encontrar un espacio para poder hacerlo con ella, ya fuera de mi vientre, fue fantástica.
En el video que comparto, mi hija tiene 8 meses y junto a otros bebés, mamis y papis, empezamos a crear lazos afectivos que ahora me sirven para algo más.
Vivir en un hogar bilingüe, como es el caso de mi hija, puede hacer más lento el proceso de hablar pero también acelerar la necesidad de expresarse. Tengo la suerte de no escuchar palabras mezcladas - castellano y alemán- sino más bien muchas nuevas, aquéllas que Rosa Linda inventa para comunicarse.
Cuando ella se dirige a papá o a mamá, sabe que debe hacerlo en registros diferentes y siempre me sorprende cómo le dice a él: "unter" o Wasser" y a mí: "abajo" o "agüita", cuando quiere bajar o tiene sed. Sin embargo, hay palabras de 3 ó 4 sílabas que demandan más esfuerzo. Ante estos desafíos, ella repite solo la última sílaba. Pues bien, la posibilidad de haberse entendido con la música desde tan temprano - en breve cumple 2 años -, me está ayudando a superar estos "problemillas". El ritmo que usamos para hacer música, poniendo en movimiento nuestro cuerpo y sobre todo las manos, me sirve de soporte para vincularla con el sonido de las palabras. Así que decir "elefante" o "princesa" con 4 ó 3 palmadas respectivamente, se hace divertido y fácil para ella. La música y lo bonito que se siente estar en grupo haciéndola, inmediatamente opera como un apoyo emocional para hablar.
Espero entonces que cuando haya oportunidad de compartir nuestros talleres de música en la Ludoteca de Prenzlauer Berg, podamos valorar su influencia en el desarrollo de ciertas habilidades y competencias en nuestros niños como es el hablar y escuchar, una base importante para escribir y leer después. Está demás decir el importante papel de la música para aprender un idioma. Estando en Alemania, es bueno hacer del espanol una lengua que no solo funciona en "casa".
Les dejo con estas reflexiones esperando conversar un poco más en la fiesta del 16. Bueno, para aquéllos/as que estamos en Berlín.
Saludos con afecto y mucha música!
En el video que comparto, mi hija tiene 8 meses y junto a otros bebés, mamis y papis, empezamos a crear lazos afectivos que ahora me sirven para algo más.
Vivir en un hogar bilingüe, como es el caso de mi hija, puede hacer más lento el proceso de hablar pero también acelerar la necesidad de expresarse. Tengo la suerte de no escuchar palabras mezcladas - castellano y alemán- sino más bien muchas nuevas, aquéllas que Rosa Linda inventa para comunicarse.
Cuando ella se dirige a papá o a mamá, sabe que debe hacerlo en registros diferentes y siempre me sorprende cómo le dice a él: "unter" o Wasser" y a mí: "abajo" o "agüita", cuando quiere bajar o tiene sed. Sin embargo, hay palabras de 3 ó 4 sílabas que demandan más esfuerzo. Ante estos desafíos, ella repite solo la última sílaba. Pues bien, la posibilidad de haberse entendido con la música desde tan temprano - en breve cumple 2 años -, me está ayudando a superar estos "problemillas". El ritmo que usamos para hacer música, poniendo en movimiento nuestro cuerpo y sobre todo las manos, me sirve de soporte para vincularla con el sonido de las palabras. Así que decir "elefante" o "princesa" con 4 ó 3 palmadas respectivamente, se hace divertido y fácil para ella. La música y lo bonito que se siente estar en grupo haciéndola, inmediatamente opera como un apoyo emocional para hablar.
Espero entonces que cuando haya oportunidad de compartir nuestros talleres de música en la Ludoteca de Prenzlauer Berg, podamos valorar su influencia en el desarrollo de ciertas habilidades y competencias en nuestros niños como es el hablar y escuchar, una base importante para escribir y leer después. Está demás decir el importante papel de la música para aprender un idioma. Estando en Alemania, es bueno hacer del espanol una lengua que no solo funciona en "casa".
Les dejo con estas reflexiones esperando conversar un poco más en la fiesta del 16. Bueno, para aquéllos/as que estamos en Berlín.
Saludos con afecto y mucha música!
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