Ayer, día del maestro en Perú, me reuní con la educadora responsable de mi hija y en forma muy seria, iba explicando a su papá y a mí cómo iba "evolucionando" nuestra hija. El balance fue bastante positivo. Lo más rescatable es que mi hija tiene un carácter fuerte, sabe lo que quiere y siempre intentará estirar las reglas por si encuentra una posibilidad de ir más allá de ciertos límites. Lo que debemos mejorar en ella es ayudarla a entender la firmeza de ciertas decisiones o regla. También no promover los celos que generan en ella algo de agresividad. Esta, felizmente, puede canalizarse positivamente cuando se interviene a tiempo, con mucha comunicación y atención real a nuestros ninos.
Tiempo exclusivo y tiempo compartido, pero comunicándoselo
Luego de la entrevista nos quedaba claro esa obviedad que no es tan obvia muchas veces. Hay mucho de nosotros en ese perfil que va dibujándose o desdibujándose en Rosa Linda. Nosotros, los papis, somos seres muy sociables y estamos siempre rodeados de gente. Al parecer, los momentos con Rosa Linda han dejado de serlo para convertirse en espacios mixtos, llenos de tejidos muy tenues que yo no notaba pero mi hija sí. El tiempo para Rosa Linda debe ser para ella y no mezclarse con otros y aunque soy consciente de ello, me doy cuenta que debo ser más coherente con los momentos que son para ella.
Otro aspecto que me sirvió mucho fue darme cuenta que la comunicación directa es muy importante. Basta explicar lo que su papi y yo queremos hacer al cambiar o tomar una decisión. El acuerdo es muy importante y el desafío final ante los ojos y los sentimientos de nuestra hija. Cada vez que aparezca una contradicción - entre los padres y sus acuerdos - la posibilidad de darle seguridad a nuestros ninos, se quiebra.
La falta de atención cualitativa y la no explicación de por qué a veces se debe compartir el tiempo con otros, puede motivar mecanismos para llamar la atención. Unos ninos lloran o patalean. Mi hija a veces se le da por dar un "manazo" a alguien porque sabe que eso es algo intolerable en su entorno familiar. "Si pego, mi mamá o papá vendrán" parece decir su cabecita y aunque no es la razón principal para explicarse aquéllo que no nos gusta, es bueno aproximarse a algo y tomar medidas.
El bilingüismo y el proceso de auto conocimiento
A diferencia de lo que ocurre en casa, en la Kita Rosa Linda habla más alemán. Eso quiere decir que ella puede adaptarse rápidamente al código preferencial de cada lugar. En la Kita se habla más alemán y en mi casa o en los encuentros más largos con ella que se dan conmigo, el castellano es el que prima. Además de usar os dos idiomas, ella conoce sus propios límites y en el momento que no puede con algo, solo pide ayuda. Ni llora ni hace rabietas y eso es lo que las educadoras valoran en ella... y yo también:))
La personalidad de mi hija va ayudándome a ir ganando seguridad en otra perspectiva. No me siento segura porque ella hace todo lo que digo sino porque sé qué puedo esperar de ella, aunque a veces no sea lo que yo imagino. Empezará entonces un proceso de negociaciones y ensayos de flexibilidad que nadie es capaz de anticipar con tino. Cada ganancia o pérdida en el camino se aprende andando.
Balance positivo
La reunión de ayer fue muy interesante. Me alegro nuevamente de saber que mi nina está siendo acompanada en sus carreras y tropiezos, que es valorada por lo bueno que tiene y corregida en lo que debe mejorar. Esa es la educación que tengo en mente: un diálogo permanente entre la casa y la escuela o la Kita y sus actores. Ojalá ese proceso pueda mantenerse en el tiempo y tenga la certeza que estamos contribuyendo a hacer una mejor sociedad.
Feliz día del maestro a las queridas educadoras del Pipilota!
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