Yo te agradezco haberme ensenado a ser una mujer de trabajo y tener fuerza para afrontar cualquier novedad o camino incierto. Aprendí de ti a dormir poco y a estar alerta; a ser puntual y tener la convicción de que se recibe más cuando se da más; a hacer mil cosas y todas casi bien:))
Ahora me toca hacer mi propia historia de mamá. Mi hija demanda mucho de mí y yo sigo aprendiendo. Así nos pasa a todas.
Espero ahora sí que tengas un lindo día y no te reproches lo malo que hiciste, sino valores lo bueno que tienes. Es la única forma de seguir viviendo para ti misma y para los demás.
Te quiero mucho.
Recibe un beso grande de tu familia berlinesa:
Marita, Christian y Rosa Linda
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