Caminando siempre Con la Princesa de mis dias

Caminando siempre Con la Princesa de mis dias

Uno avanza como puede, pero avanza. Este es un espacio para compartir esos pasitos de ni
ña y mamá que estamos emprendiendo con otros seres humanos, Con la conciencia de llevar la migración y la fuerza de ser Mujer como potencial y promesa. Bienvenidxs a caminar con nosotras!

viernes, 22 de enero de 2010

Spot de las MaMis ... por ALER - Campana sobre Migración y Mujer


http://www.aler.org/especiales/camp-migracion-org-aler-122009.php

martes, 19 de enero de 2010

Hablando de integración desde Alemania




El día 14 de enero pude por fin, presentar los resultados de un trabajo de investigación encargado por mi asociación, Informationstelle Peru eV. Lo denominé: Latinoamericanos en Movimiento: Perspectivas de Solidaridad e Integración de la comunidad latina/peruana en Alemania. He quedado contenta con los hallazgos encontrados pero, sobre todo, con los comentarios posteriores realizados en algunos foros de intercambio, incluida la presentación aludida en la Pfefferwerk Pankow, en mi barrio, Prenzlauer Berg.

La primera motivación para iniciar esta investigación partía de una lectura crítica respecto del frecuente no-compromiso de los migrantes latinoamericanos, especialmente peruanos, con ciertas iniciativas de solidaridad y desarrolo en Alemania. Interesaba saber por qué. Mi modesta contribución a responder esta pregunta está por publicarse este año.

A continuación, quisiera detenerme en uno de los temas que considero parte de mi agenda cotidiana y a la vez un desafío permanente viviendo en Alemania: la integración. Mi interés por abordarlo ha sido también motivado por las varias discusiones en las que he participado tanto con migrantes como con alemanes relacionados con este tema.

El concepto de integración es muy amplio y cuando se traslada al escenario político y económico, suele expresarse a través de bloques organizados de países como la Unión Europea, el MERCOSUR o la reciente ALBA. Tomando como referencia mi interés particular en la población migrante de un país, entiendo la integración como un proceso dinámico y por lo tanto cambiante a través del cual una persona o grupo de personas que viven en un determinado lugar, sin dejar de lado sus metas personales, son capaces de movilizarse en función a un objetivo de bienestar común basados en la confianza y la identificación con ese objetivo.

La integración de un o una migrante en Alemania o en otro país, la entendería como la posibilidad de haber desarrollado un sentimiento de pertenencia tal, que nos hace capaces de desarrollar acciones que eleven nuestro propio nivel de vida, conscientes de que ese objetivo beneficiará también al país que nos acoge.

Pero, hemos pensado cómo se da el proceso de integración en nuestros países de origen? Si bien, nacer y crecer en medio de una misma cultura por un largo periodo de tiempo, nos permite tener cierta libertad para saber manejar nuestras expectativas, o saber qué esperar de los demás, hay aspectos de este proceso que no siempre reflexionamos. De hecho, es importante pensar en cómo ganamos la identidad de ciudadanos en ese camino.

Reflexiones a partir de nuestra primera integración, nuestro país


Viviendo en el Perú, me ha tocado experimentar y ser testigo directo de lo que supone hacerse ciudadano o ciudadana. En el Perú, la ciudadanía es una pelea constante, no un derecho adquirido, Inclusive, pensando en el documento de identidad - la Libreta Electoral (LE)- sigue siendo una triste realidad, los miles de indocumentados que existen en mi país. Definitivamente, tener la LE es insuficiente para muchos peruanos ya que si uno no se cree ciudadano, el documento pierde validez.

Ser ciudadano/a, sujeto de derechos y deberes en un país, se logra (quienes pueden hacerlo) en la medida que se ganan ciertos bonos en términos educativos y económicos... y esto no es posible para todos/as. Siempre tenemos una larga cola de excluidos sin que el estado haga algo por ellos/as.

Me pregunto, entonces, cómo nos integramos? Mi hipótesis es que uno se integra en el Perú- y quizá esto puede extenderse a los demás países de Latinaomérica - a través de las redes sociales conformadas básicamente por la familia y los amigos. La mediación para sentirse identificado y hacer algo por el Perú, entonces, no pasa por las instituciones peruanas formales sino por las que se van tejiendo con los anos entre el entorno inmediato, a través de instituciones “informales”. Estas serán las que funcionan con cierta efectividad ante una necesidad y están desprovistas del pago de coimas o demás entrampes burocráticos, cuando el estado está presente.

Nuestra segunda integración, llegaditos a Alemania


Cuando venimos a Alemania, la realidad es totalmente otra. El estado está muy presente en todas las esferas de la vida de un ciudadano común y corriente. La educación y los servicios de salud, por ejemplo, están generalmente cubiertos por el estado y es por esta razón que cada cierto tiempo vuelve a la discusión pública si Alemania podrá mantener el estado de bienestar, tal cual, a largo plazo. Hoy en día se pone en cuestión las politicas de familia, salud y empleo.

Insertarse en la comunidad alemana, pasa muchas veces por aprender el idioma y la cultura. Pero, la lengua y las reglas que operan aquí se producen y retroalimentan a través de las instituciones y la mayoría, son referntes del estado. No hay mucho tiempo para pensar en cómo integrarse,

La carga de desconfianza social con la que venimos es aun muy fuerte y por eso el choque es mayor cada vez que debemos asistir a una multiplicidad de instituciones que el estado alemán requiere de nosotros. Desde el registro de ingreso y domicilio hasta acciones para el seguimiento del pago de impuestos en caso la persona tenga permiso de trabajo y esté trabajando. En fin, todos esos encuentros deben darse apenas llegar y puede ser muy desgastante si aun no se habla el idioma o no se tiene un soporte afectivo que nos ayude a responder a cada cita.

En ese contexto, la necesidad de echar a funcionar las redes sociales es muy importante y por eso el deseo de formar grupo es muy grande. Sin embargo el contraste de necesidades que puede cubrir el grupo, no siempre incluye una motivación política. Me ha quedado muy claro que aun con el paso de los anos, la mayoría de peruanos organizados que viven en Berlín, por ejemplo, buscan posibilidades de encuentros muy flexibles y sin compromisos muy fuertes, salvo en ocasiones específicas, casi siempre conectadas a actividades culturales. Llegar a organizarse también toma su tiempo, una fase de prueba para ganar confianza y hacer cosas juntos.

Aquí debo anotar un hallazgo de mi trabajo. Lo anterior no significa que no haya grupos políticos vinculados a Latinoamérica. En Alemania existen numerosos grupos de solidaridad y desarrollo pero casi todos son impulsados por ciudadanos alemanes. Los contenidos referidos a derechos humanos, desarrollo sostenible o procesos democráticos son altamente políticos y requieren de una formación previa o cierto nivel de responsabilidad política para poder ser asumidos y propiciar una acción concreta. He observado también que muchos de estos grupos de solidaridad no cuentan con estrategias específicas de convocatoria a la población migrante de Alemania lo cual refuerza el no interés de los migrantes por conectarse con ellas, ya que hay un rechazo implícito a lo político o a una institucionalidad formal.

Integrándonos con los alemanes y entre nosotros mismos


Personalmente, estoy convencida de que la migración nos ayuda a disolver los matices clasificatorios con los que venimos desde nuestros países y a superar la desconfianza “natural” en el otro. En Alemania, existe un elevado grado de confianza social y es por eso que la sensación de inseguridad en las calles es mínima. De este modo, vivir aquí, nos ayuda de alguna manera a resolver miedos o algunas angustias frecuentes en nuestros países. Claro, no excentas de otros temores que de no enfrentarse o convertirse en desafíos pueden alterar nuestro proceso de integración.

Veo, entonces, dos desafíos a nuestra propia integración: a) la integración en la vida alemana y b) la integración entre nosotros latinoamericanos, llenos de suspicacias y desconfianzas de uno frente al otro. Lleva un tiempo reconocer que ya no somos los mismos/as una vez que migramos a otro país.

El aprendizaje de una nueva lengua, cultura y vida institucional así como formas de tejer nuestras propias redes sociales en un país distinto al nuestro nos reinventa y nos da la oportunidad de mantener aquéllo que nos da seguridad y aprender las prácticas sociales que nos permiten ser más comunidad entre nosotros. Creo que Alemania, por el nivel de vida que nos ofrece y por la presencia del estado al que no estamos acostumbrados/as, puede servir de aliciente para organizarse y aprovechar las ayudas que éste puede brindar a quienes nos consideramos – y no solo nos hacemos- ciudadanos en este país.


Considerando las opiniones de mis entrevistados, se puede desprender varias estrategias de integración que a su vez, pueden ser favorables a fomentar la organización de los migrantes e incluisve la movilización de ciertos objetivos políticos. Comparto las que considero son importantes:

• Promoción de actividades conjuntas entre alemanes y latinoamericanos. Se sugiere involucrar también a los alemanes con la vida latinoamericana a través de intercambio cultural que va más allá de las danzas y la música. Al respecto, se observa un gran potencial para impulsar estas inicaitivas, entre los grupos de madres existentes y otras iniciativas más espontáneas pero organizadas como los Stammtisch o tertulias de espanol que existen en todo el país.

• Integración de sub-culturas: Considerando que los latinoamericanos provenimos de países multiculturales, sería interesante promover espacios que integren a los distintos grupos existentes, también en la migración: Un joven artista me decía: “ Se podría tratar de verificar qué subculturas existen en un país y buscar a su similar en otro país, por ejemplo, los andinos de Perú con los andinos del Ecuador. Estas sí podrían integrarse con mayor facilidad esperando en algún momento tener actividades en las que realmente todos pudieran participar. Esto puede ser sobre todo fomentado por las embajadas ya que las comunidades latinoamericanas en Alemania tienden al favoritismo y una jerarquización no basada en méritos o habilidades, lo que las hace ineficientes y poco democráticas”.

• Mecanismos de difusión, transparencia y evaluación del impacto de las organizaciones en la integración: ya que es necesario conocer las políticas existentes de integración así como más información sobre las actividades multiculturales ofrecidas por el estado en las que se ejerza también la solidaridad para con los de nuestra propia cultura y la del que te acoge.

Probablemente hay mucho más por discutir. Tomemos estas líneas como un anticipo de nuestras próximas charlas, con algunos de ustedes.

viernes, 15 de enero de 2010

Comienzo de año: nuevas inquietudes de mamá y profesional


Este año empezó con la sensación de estar en un tránsito. Hubo muchos comienzos el año pasado y ahora me toca continuar caminando y/o cerrando procesos.

Esta semana, la segunda del 2010, me tocó conjugar dos proyectos importantes de mi estancia en Alemania. Mi hija contrajo un virus en la Kita (Kindergarten) y estuvo enfermita lo cual me planteó un cambio total de agenda, considerando que tenía que dededicarme a su cuidado cada día. Por otra parte, la noche de ayer, 14 de enero, era la fecha de presentación de un estudio que empecé en abril del año pasado. El tema es de sumo interés para mí: las perspectivas de solidaridad e integración en Alemania sin embargo, mi concentración terminó concentrándose entre las 7 y 10 de la noche, que duró la actividad que organizamos en un local de Prenzlauer Berg.

Debo confesar que aunque me encanta estar con mi hija, me generó mucha angustia cambiar mis planes de la semana y ya no poder leer, organizar información, hacer llamadas, y trabajar seriamente en la presentación pública que no podía posponer. Nuevamente esa sensación culposa aparece y cuando esto ocurre, suelo seguir la misma táctica. Me siento, respiro y empiezo a pensar y analizar la situación. Por qué me siento así?

Lo primero que vino a mi mente es que esto ocurre porque me he acostumbrado a poner en una balanza dos identidades que debo intentar no poner en competencia: mi ser madre y mi ser profesional. La conclusión es que la vida misma se encarga de exigir y ordenar cuál de las dos debe priorizarse dependiendo de qué momento. Y la decisión final no determina qué tan buena profesional o madre soy sino qué tan hábil puedo ser para tomar las mejores decisiones entendiéndose éstas como una acción que me haga sentir feliz y tranquila, tanto a mí como a mi entorno.

La segunda lección es que no vale la pena planificar las grandes obligaciones a última hora. Con niños, siempre hay sorpresas y es por ello que el manejo del tiempo es muy importante. No saben qué alivio se siente cuando a pesar de los cambios improvisados, siempre se puede acudir a un plan B. En mi caso, yo tenía ya un borrador terminado de mi trabajo en español y alemán y un avance de la presentación en Power Point. No pude hacer todo lo que hubiese querido pero ayudó mucho tener un punto de partida y no un punto cero, con mi hija y sus demandas a cada momento.

La tercera refelxión es que no debo obsesionarme con mis planes. Aun teniendo el “plan perfecto”, es importante prepararse mentalmente para algunos cambios, más si estos son favorables a un entorno futuro superior. Cuando mis amigos se enteraron que Rosa Linda no estaba en la presentación porque estaba enferma, muchos se admiraban de cómo podía mostrarme tan despejada durante la discusión. Mi respuesta también hacia adentro es que di tanto de mí a mi hijita estos días que en la noche final – mi noche – ella ya tenía mucho de mí. Ella también lo había comprendido. Cuando la dejé con su papi y me despedí, me dio un gran beso y se mostró muy relajada, aun con la alta fiebre con la que la dejé. Esa tranquilidad me animó mucho.

Hoy viernes, mi hija ha amanecido muy bien y ha estado más cariñosa que nunca. Hemos hecho muchas cosas juntas y me doy cuenta de que aunque nadie me lo reconozca, soy una buena mamá.

Le Petit Prince

Le Petit Prince
buscando a mama??