Caminando siempre Con la Princesa de mis dias

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ña y mamá que estamos emprendiendo con otros seres humanos, Con la conciencia de llevar la migración y la fuerza de ser Mujer como potencial y promesa. Bienvenidxs a caminar con nosotras!

martes, 30 de marzo de 2010

Huevos y Conejos: Hablando de la Pascua en Berlín

Una de las cosas que más ha llamado mi atención desde que vivo en Alemania, es la forma cotidiana en que se asumen ciertas fiestas populares que en América Latina tendrían una connotación netamente religiosa. Tengo en la mente tres ejemplos concretos: el tiempo de adviento antes de la Navidad, la asecensión de Jesús o Himmelfahrt y el tiempo de Pascua.
Ya que aquí nos alegramos con el cambio de estación y porque tendremos más luz, me parece simpático detenerme hoy a hablar sobre la Pascua.

En Alemania, es algo evidente que la Pascua esté asociada a conejitos y huevos. Quienes tenemos a nuestros hijos ya en la Kita, esta tradición se convierte en un tema de intercambio entre los ninos y la familia escolar, así como en actividades lúdicas. Una de las más conocidas es aquélla que busca esconder y encontrar los huevos que deja el conejo de Pascua.

Cuando recuerdo mi tiempo de Pascua en Perú, pienso en el tiempo de reflexión hasta la llegada de la muerte y resurrección de Jesucristo.Un tiempo llamado Cuaresma en recuerdo de los 40 días de retiro que vivió Jesús antes de salir a la vida pública. Para quienes somos católicos, la Pascua es un período de contrición y nos sirve para recordar que Jesús murió pero que pudo trascender este límite y resucitó. La resurrección de Jesús, entonces, se convierte en una buena nueva que debe compartirse con todos los seres de este mundo.... Me pregunto ahora, qué tiene que ver este conjunto de sentimientos y experiencias con los conejos y los huevos de la tradición pascual en Alemania, o más específicamente, en Berlín?

Mi primera fuente de información llega, claro, de mi familia alemana. Luego viene la literatura disponible en internet y el producto de otros diálogos a fin de llegar a una conclusión. Difícil pensar en una sola porque las versiones son muchas y distintas. Encontré aquéllas que indican no saber el por qué de los huevos y los conejos ; otros, nos hablan de las tradiciones de origen eslavo y los ritos de fertilidad y primavera. El conejo y los huevos serían representaciones de este nuevo ciclo después del largo invierno. La aparición de conejitos en los alrededores de un pueblo, es un signo claro de que el invierno ya se fue.

Algunas historias se remontan al antiguo Egipto ya que en esta cultura se solía regalar huevos decorados en ocasiones especiales. Por su parte, la tradición cristiana asociaba la Cuaresma con el hecho de no comer huevos. El domingo de Pascua, con la resurrección de Jesús, los cristianos repartían huevos a las personas para celebrarlo. Esta práctica era, entonces, un recuerdo de que Jesús había trascendido a la muerte y, con el tiempo, las variantes aumentaron a lo que conocemos hoy en Alemania y en otros países de Europa: huevos decorados y de chocolate, aunque no siempre se le asocie a una fiesta cristiana.

Una de las historias que más me gusta, ya que vincula la tradición cristiana – la que me conecta a mi país - con la alemana es la siguiente: cuenta la leyenda que cuando Jesús estaba en su sepulcro, quedó allí un conejito que veía a las personas que llegaban a verlo, hasta que el sepulcro fue cerrado. El conejito se mantuvo allí varios días, preguntándose quién sería esta persona a quien se le mostraba tanto afecto. Al tercer día, cuando se produjo el milagro de la resurrección, el conejito advirtió que este señor era alguien muy especial, el Hijo de Dios. Al quedar libre, decidió compartir esta buena noticia ya que todos debían saber que Jesús estaba vivo. Como no podía hablar, pensó que lo mejor sería repartir huevos de colores y así los cristianos sabrían de qué se trataba.

Si tenemos un poco más de curiosidad, posiblemente, encontraremos más de una variante por compartir. Las familias son expertas en reinventar y aderezar historias y así, hacerlas más interesantes. Veremos qué nos cuentan nuestros hijos 15 ó 20 años después.

Hoy, al sentirme parte de una familia multicultural, me doy cuenta de la importancia de hacer más consciente el por qué de ciertas tradiciones y compartirlas con mi hija. No solo para conocerlas sino para ponerlas en diálogo con aquéllas de donde proviene su madre. La fiesta del conejo de pascua y otras son un excelente pretexto para iniciar ese diálogo cultural entre generaciones distintas y así hacer más consciente a mi hija de su diferencia y de su pluralidad. A mí, me gustaría acercarme un poco más a una parte de la cultura alemana y apropiarme del sentido de ocasiones como ésta, como los conejitos y los huevos de pascua que ya decoran nuestros rincones mientras aguardamos la llegada del sol.

1 comentario:

  1. Marita, me das la oportunidad para comentar sobre cómo vivo la pascua o semana santa en Suiza francófona. Es verdad que los conejos y los huevos me llamaron mucho la atención que no tiene nada que ver con procesiones y representaciones quasi teatrales al estilo de la Semana Santa de Catacaos, Ayacucho o Cusco en el Perú. Y claro, es que en Suiza, como en otras regiones europeas, los huevos y los conejos son parte de una tradición más antigua que el cristianismo y que tiene que ver con el cambio de estación. Tras el largo invierno, la llegada del calor primaveral da lugar al renacimiento de la naturaleza, de la vida simbolizados por la gran célula huevo y por la fertilidad de los conejos.
    En Suiza, país chocolatero, los huevos y conejos se convierten en una orgía de sabores, colores, tamaños, comercializados para la época que coincide con las vacaciones escolares de la semana de esquí para las familias, que se organizan para tomar vacaciones en estos días. En Piura (Norte de Perú), y en la costa en particular, es un período para aprovechar del último calor playero antes de entrar en el período del otoño que solo se nota por la nebulosidad matinal y la disminución de la temperatura que pasa de 35 grados a 28 °c. Qué rico, verdad?
    En cuanto al sincretismo cultural, entre Piura amerindia y la España colonizadora, nos quedaron los 9 días en que se celebra actualmente la semana santa, desde los dos días anteriores al domingo de ramos hasta el domingo de resurrección. La cofradía, con los devoto(a)s asignados para cada día de la fiesta, conformada para organizar la celebración, integra a sus hijos (en su mayoría hombres) que han partido por la migración interna o externa (dentro o fuera del país) y que regresan para esas fechas para ofrecer almuerzos abiertos a todo el mundo que llega para esas celebraciones y que termina siendo un símbolo de su éxito en esos mundos lejanos en donde viven ahora.
    Obviamente, los días principales son el jueves santo (institución de la eucaristía), el viernes santo (día de luto por la muerte de Jesús) y la resurrección (compromiso por la vida).
    Solamente,para dar algunas pinceladas, de lo que en Piura, se hace con reportajes, que Radio Cutivalú, emisora de vocación cultural y educativa transmite para su audiencia.
    Gracias por leerme y que retomen sus actividades renovado(a)s en la convicción de que podemos resucitar en nosotra(o)s mism(a)os todo aquello que de solidario tenemos.
    Luisa Cruz Hefti.

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Le Petit Prince

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buscando a mama??